Hola!! El protagonista hoy de este blog es el reciclaje!
Hace unos días se me rompió la base plástica de un espejo pequeño, de mano se puede decir. Me encontré con un espejo ovalado sin nada de gracia, aburrido! Por suerte, buscando en internet encontré una forma de darle un poco de vida sin gastarme mucho dinero, por no decir ninguno. Os iré diciendo cómo se hace y me acompañaré de un par de fotos que fui haciendo.
Primer paso: pegar las cucharas |
Únicamente se necesitan un montón de cucharas de plástico (yo tenía blancas pero pueden ser de cualquier color porque luego se pintan), un cartón para la parte posterior y el espejo en cuestión.
Lo que primero hice fue dibujar el contorno del espejo en el cartón y hacer tres contornos más grandes para tener una referencia de dónde pegar las cucharitas a las que previamente les saqué el mango (se puede cortar con una tijera). Para que se fijaran correctamente utilicé una pistola de pegamento caliente.
Las dejé secar y luego las pinté de color rojo, por un lado para disimular el plástico blanco de las cucharas y por otro para que en una pared blanca destaque más fácilmente. Utilicé pintura acrílica para que se adhiera más al plástico y una vez seca le di una segunda mano. En las fotos siempre coloco el espejo para que os hagáis una idea de cómo va quedando, pero no lo pegué hasta el final. De hecho, es el último paso, así evitamos que se manche con pintura o pegamento.
Segundo paso: Pintar el marco |
El siguiente paso fue decorar un poco las cucharas. Yo personalmente les hice unos reflejos blancos y con algún toque dorado que combine con la habitación donde lo voy a poner. Una vez que estos detalles están secos entramos en la recta final del trabajo. Se coloca un lazo por la parte trasera para poder colgarlo y se pega el espejo en la parte de delante.
Espero que os haya gustado y que al menos tengáis una idea para esos espejos desamparados sin marco! :)
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